20 de abril de 2014

Torrijas

     Va acabándose la semana santa, y aunque ya hacía unos cuantos días que habíamos preparado esta exquisitez culinaria, hasta ahora no había tenido tiempo de publicarla.

     En estas fechas nunca han faltado en mi casa. Alguna vez hemos pensado en no prepararlas por lo de guardar la dieta, pero al final terminamos haciéndolas porque a mi particularmente me encantan. Eso si, me gustan las de leche. De las otras versiones no soy muy amante, ni de vino, ni rellenas, ni de almíbar...dicen que el origen de las torrijas se remonta al siglo XV y fue un invento de las monjas de algunas órdenes religiosas. En los conventos preparaban con el pan sobrante, un dulce para aliviar la cuaresma.


     Este año hubiésemos dado lo que fuese por disfrutar de estos días en Cádiz con nuestro sobrino Manuel. Le encantan los pasos, los tambores, las cornetas... es todo un capillita. De hecho tiene su tambor y no os imagináis con que arte y precisión lo toca. He de decir que al que le guste todo esto, la salida del Nazareno en San Fernando es algo digno de ver. Yo he podido disfrutarlo 1 vez y eso quedó en la retina para siempre.


     Hemos preparado también este año la versión "Sin gluten" con unos bollitos de pan bricoche que venden en Mercadona, pero con esto de cuidar la contaminación cruzada al preparar después las "con todo el gluten" se nos olvido hacer alguna foto. Pero confirmamos por palabras de Cristina que estaban muy ricas.


     Estas están preparadas de la forma tradicional. Hay una versión para Thermomix® y horno, pero este año no la hemos probado.

Ingredientes

Pan del día anterior o especial para torrijas
1000gr de leche
100gr de azúcar
2 ramas de canela
La piel de 1 limón
Aceite de oliva
Huevo batido
Azúcar y canela en polvo para terminar

Preparación

 Cortar el pan en rebanadas de más de un centímetro.

 Calentar la leche e infusionar con las ramas de canela y la piel del limón. Añadir el azúcar. Lo mejor es dejarlo enfriar antes de empapar las rebanadas de pan ya que si no se reblandecen demasiado.

 Una vez remojadas las rebanadas de pan pasar por huevo batido y freír en aceite de oliva bien caliente.

Escurrir bien y poner en papel secante para quitar el sobrante de aceite de oliva. Rebozar seguidamente en una mezcla de azúcar y canela en polvo.



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